Desarrollo del lenguaje
Niños de 1 año de edad
A inicios del segundo año, de repente el niño pequeño parecerá entender todo lo que le dice. Avisará que ya está servido el almuerzo y él estará esperando en su silla para comer. Le dirá que perdió un zapato y él lo encontrará. Al principio, su respuesta rápida parecerá un poco inusual. ¿Realmente entendió o estoy soñando? Descanse seguro de que no es su imaginación. Está desarrollando sus destrezas de lenguaje y comprensivas en el tiempo justo.Este salto gigante en el desarrollo posiblemente cambiará la manera en que le hable y converse con otros cuando él esté cerca. Por ejemplo, es probable que quiera editar las conversaciones que él pueda escuchar, tal vez deletrear las palabras que no quiera que él entienda (como en "¿Podemos parar a comer un H-E-L-A-D-O?"). Al mismo tiempo, tal vez se sentirá más entusiasmado al hablar con él por su receptividad.
La mayoría de los niños pequeños dominan al menos cincuenta palabras habladas al finalizar sus dos años de edad y puede unir palabras para formar oraciones cortas, aunque hay diferencias entre los niños. Incluso entre aquellos con audición e inteligencia normal, algunos no hablan mucho durante el segundo año. Por lo general, los niños desarrollan destrezas del lenguaje más despacio que las niñas. Cuando su hijo comience a hablar, sus primeras palabras probablemente incluirán los nombres de las personas familiares, sus posesiones favoritas y las partes del cuerpo. Es posible que usted sea la única persona que entienda estas primeras palabras, pues omitirá o cambiará determinados sonidos. Por ejemplo, puede pronunciar correctamente los sonidos de la primera consonante (b, d, t) y vocal (a, e, i, o, u), pero omitirá el final de la palabra. O probablemente sustituya los sonidos más difíciles con los que puede pronunciar, como d o b .
Con el tiempo aprenderá a entender lo que esté diciendo y con la ayuda de los gestos. Por supuesto, no ridiculice los errores de lenguaje que cometa. Proporciónele todo el tiempo que necesite para terminar lo que quiere decir sin prisa y, luego, responda con la pronunciación correcta de la palabra ("¡Es correcto, esto es una pelota!"). Si usted es paciente y receptivo, su pronunciación mejorará gradualmente.
A mediados del año, su hijo usará algunos verbos activos, tales como "ir" y "saltar" y palabras para indicar ubicación, tales como "arriba", "abajo", "adentro" y "afuera". Para su segundo año, ya habrá dominado las palabras "yo" y "tú" y las usará todo el tiempo.
Al inicio, creará su propia versión de una oración completa al combinar una palabra básica con algún gesto o gruñido. Posiblemente señale y diga "pelota", su forma de decirle a usted que quiere que le ruede la pelota. O puede formar una pregunta al decir "¿Afuera" o "Arriba?", alzando la voz al final. Pronto, comenzará a combinar verbos y preposiciones con nombres, para completar enunciados como "Pelota arriba" o "Tomar leche" y preguntas como "¿Qué eso?". Al finalizar el año, o poco después, comenzará a utilizar oraciones de dos palabras.
Niños de 2 años de edad
Sin instrucción formal, solo al oír y practicar, su hijo dominará muchas reglas básicas de gramática cuando ingrese a la escuela. Puede ayudarle a enriquecer su vocabulario y destrezas del lenguaje al realizar lecturas como parte de su rutina diaria. A esta edad, podrá seguir la línea del cuento y entenderá y recordará muchas ideas e información que se presenta en los libros. Incluso así, debido a que se le dificultará permanecer sentado por un largo período de tiempo, los libros que le lea deberán ser cortos. Para mantener su atención, elija libros orientados a las actividades para estimular que toque, señale y nombre objetos o repita determinadas frases. Hacia finales de este año, mientras sus destrezas del lenguaje se vuelven más avanzadas, también disfrutará de poemas, chistes o juegos de palabras al repetir sonidos divertidos o usar frases sin sentido.
Para algunos niños, sin embargo, este proceso de desarrollo del lenguaje no pasa sin problemas. De hecho, aproximadamente uno de cada diez o quince niños tienen problemas con la comprensión del lenguaje o habla. Para algunos niños, los problemas son ocasionados por dificultad auditiva, menor inteligencia, falta de estimulación oral en casa o historial familiar de retraso en el habla. En muchos casos, sin embargo, la causa es desconocida. Si su pediatra sospecha que su hijo tiene dificultad con el lenguaje, realizará un examen físico completo y pruebas de audición y, si es necesario, lo remitirá a un especialista del lenguaje o habla o en infancia temprana para una evaluación más a fondo. La detección temprana e identificación del retraso en el lenguaje o discapacidad auditiva es considerablemente importante, para que el tratamiento pueda comenzar antes de que el problema interfiera con la adquisición de conocimientos en otras áreas. A menos que usted y el pediatra identifiquen la dificultad y hagan algo al respecto, su hijo podrá tener problemas continuos con la adquisición de conocimientos en el aula.
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