LA MISTERIOSA VICUÑA EN EL
CERRO KUMU LUMA
Dicen que por los años 70, de la comunidad de Ch´ajana, una caravana
de viajeros; en llama cargados de carne, charqui, lana, etc. Se enrumbaron con
destino a los valles de Bolivia (Ayata, Pusillani
y Huanccu); después de una caminata sacrificada de tres días, llegaron a su
destino donde realizaron el trueque o intercambio de sus productos.
En el retorno con su cargamento obtenido (maíz, poroto, etc.), acostumbraban descansar
en el lugar denominado: K´antati Ururi.
Los viajeros eran muy unidos y solidarios, cada uno cumplía con
su deber. Una tarde, después de acomodarse para el descanso, uno de ellos que
siempre en cada viaje, tenía la costumbre de cazar, una vicuña, para luego
llevar como sorpresa a sus compañeros, salió a cazar.
Esta vez el atrevido viajero salió, sin compañía, en busca de
presa… no muy lejos del campamento vio una manada de vicuñas y
utilizando todo su talento de cazador se acerco lentamente, saco su arma y sin
pensarlo dos veces, disparó a la primera vicuña que corría. El cazador, muy
alegre fue a recorrer su presa, donde se dio con la gran sorpresa de que la
vicuña que había matado, tenía un misterioso arete de oro. Sin dar tanta
importancia a lo que vio, se lo llevo al lugar de descanso. Al ver esto los
demás viajeros no podían creer la hazaña de su compañero, pero, aun con cierto
recelo le degollaron, para luego alimentarse de él.
En ese momento, de lejos, a todo galope y levantando polvo en el
camino, apareció un grupo de soldados
montados en mulas. Los viajeros preocupados, de que se trataba de los guarda
parques, inmediatamente escondieron a la vicuña y al cazador, cubriéndolo con
sacos de maíz y otros productos.
En ese momento llegaron los jinetes y sin dar ninguna
oportunidad a reclamos, el jefe de ellos, como si hubiera visto donde lo había
escondido, ordeno sacar al cazador y a la vicuña muerta. Luego lo hicieron
cargar los restos del auquénido y a si se lo llevaron inmediatamente,
arrastrándolo en una de las mulas, con rumbo desconocido… pero impulsado por
su sentimiento paternal, el padre del cazador levanto su chuspa (bolsita de cuero, para guardar coca)
así se fue tras los jinetes.
Después de un largo recorrido llegaron a una mansión desconocida
que estaba iluminado con luces resplandecientes; allí al cazador lo desnudaron
y lo pusieron en medio del patio, para luego por turnos castigarlo con látigo… mientras eso
sucedió, el padre desde afuera, chajchando su coca, simplemente observaba con
mucha tristeza todo lo que sucedía, porque no había oportunidad para reclamar… de tanto recibir
castigo, el joven cazador se encontraba moribundo y en ese momento los jinetes
empezaron a cubrirlo con el cuero de la vicuña, el padre preocupado y cansado
se quedo dormido…
Al día siguiente, los rayos del sol hicieron despertar al pobre
anciano, con mucha prisa se puso de pie y al mirar a su alrededor, se dio con
la sorpresa de que no había nada de lo que en la noche había visto. Solamente
podía observar vizcachas que corrían de un lugar a otro, en un cerro solitario
y a unos metros de él, una vicuña que también parecía sorprendida de todo lo
que observaba. Su única reacción fue correr a toda carrera con direcciónal lugar donde
se encontraban sus compañeros, luego de haber recorrido un tramo, vio que la
vicuña también corría tras él.
Al encontrarse con sus amigos, el pobre anciano narro con mucho
susto todo lo sucedido, al analizar esta situación, se dieron cuenta de que los
jinetes no eran seres normales sino que eran ANCHANCHUS (dueños de las vicuñas)
y estos lo habían convertido al cazador en vicuña.
Sin poder hacer nada y
resignados los viajeros retornaban a toda prosa con dirección de Ch´ajana donde se
encontraban sus familiares.
Dicen que el cazador convertido en misteriosa vicuña, muchos
años después sigue penando y pagando la maldad que hizo en la naturaleza, allá en el
cerro Kumu Luma.
Muy bonita e interesante la leyenda.
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